
Los sanitarios se unen contra los Bulos en Vacunas
Desde el comienzo de la pandemia, el número de bulos e información falsa y errónea sobre la COVID-19, su origen o curación, ha ido creciendo...
El consentimiento informado no es solo un trámite administrativo; es una piedra angular de la atención sanitaria moderna. Regulada por la Ley 41/2002, de autonomía del paciente, esta herramienta protege tanto los derechos de los pacientes como la seguridad jurídica de los profesionales sanitarios.
Además de ser un requisito legal, el consentimiento informado fomenta la confianza entre médico y paciente, reduce los riesgos de reclamaciones y garantiza una práctica ética alineada con los más altos estándares.
El consentimiento informado es el proceso por el cual un paciente autoriza, de manera consciente y voluntaria, un procedimiento médico tras recibir información detallada sobre:
Este documento es indispensable para garantizar que el paciente comprenda la información y pueda tomar decisiones basadas en ella, resguardando al profesional sanitario de posibles reclamaciones legales.
Según la Ley 41/2002, el consentimiento informado es obligatorio en los siguientes casos:
En situaciones de emergencia vital, donde no sea posible obtener el consentimiento del paciente ni de su representante, el personal sanitario podrá actuar para preservar la vida o la salud del paciente. Estas actuaciones deben documentarse debidamente en la historia clínica.
Menores de edad
Personas incapacitadas
Para pacientes legalmente incapaces o que no puedan tomar decisiones debido a su estado físico o psíquico:
1. Información clara y comprensible. Evitar tecnicismos que dificulten la comprensión del paciente. Este debe tener tiempo suficiente para formular preguntas y recibir aclaraciones.
2. Documentación personalizada. Cada intervención debe contar con un consentimiento específico, reflejando los riesgos y particularidades del procedimiento.
3. Archivo seguro. Los consentimientos deben almacenarse de forma segura, ya sea en formato físico o digital, para garantizar su disponibilidad en caso de inspecciones o conflictos legales.
4. Digitalización del proceso. El uso de herramientas digitales agiliza la gestión de los documentos, evita pérdidas y facilita su acceso.
5. Formación del personal sanitario. El equipo médico debe estar capacitado para comunicar riesgos y beneficios de manera efectiva, adaptándose a cada paciente.
Complicación en un tratamiento tras un diagnóstico correcto
Un paciente recibe un diagnóstico adecuado, pero el tratamiento posterior provoca complicaciones. La clínica puede defenderse de la reclamación demostrando que, antes de iniciar el tratamiento, el paciente fue informado de los posibles riesgos a través del consentimiento informado, lo que protege a la clínica frente a una demanda por insatisfacción o complicaciones inherentes al procedimiento.
Complicaciones en una cirugía
Durante una cirugía, surgen complicaciones que, aunque están entre los riesgos explicados en el consentimiento informado, generan insatisfacción en el paciente. La clínica puede defenderse mostrando que se comunicaron todos los riesgos en el consentimiento y que el paciente los aceptó antes de la intervención.
Cambio en el procedimiento durante una intervención
Durante una cirugía, los médicos detectan una complicación inesperada que requiere cambiar el plan inicial del tratamiento. Si el consentimiento informado firmado previamente incluía una descripción clara de los posibles riesgos y la necesidad de ajustar el procedimiento en caso de complicaciones, la clínica puede demostrar que actuó dentro de lo acordado, protegiéndose de posibles reclamaciones.
El consentimiento informado es más que un requisito legal: es una herramienta indispensable para protegerte de reclamaciones y sanciones. Una gestión adecuada del consentimiento no solo previene conflictos legales, sino que también asegura que, en caso de una reclamación, la póliza de responsabilidad civil sea completamente efectiva. De lo contrario, la aseguradora podría limitar o denegar la cobertura.
La falta de consentimiento informado puede suponer que el seguro no pague las indemnizaciones reclamadas, con lo cual el médico queda desprotegido. Afortunadamente En RC sanitaria hemos llegado a acuerdos con distintas compañías aseguradoras y podemos ofrecer seguros de RC para profesionales sanitarios que cubren los casos donde se ha perdido u olvidado el consentimiento informado.
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